Se habla, se lee y casi se respira el término “transformación digital”. En CallCenterNews, desde el Ciclo de Reflexiones sobre el tema, nos preguntarnos si verdaderamente estamos sumergidos en éste proceso y para ello convocamos a representantes de distintos espacios.
En la primera parte de la nota, compartimos la opinión de representantes del mundo tecnológico, de la consultoría, sociología y la física.
Luciano Foggia, cursando en el último año de la carrea de Sociología en la UBA
“Sin dudas estamos asistiendo en un cambio de paradigma atravesado por el avance tecnológico. No sólo en la forma de comunicarnos cotidianamente usando las redes sociales, sino también la forma de entender la política. Sin ir más lejos, tomemos el caso de Trump en Estados Unidos. Por supuesto que se gastaron millones de dólares en la campaña tradicional, pero el presidente electo fue conocido por realizar campaña y hacer uso de su Twitter personal con fines políticos. El periódico “El País”, publicó un interesante artículo sobre el tema el pasado 23 de febrero: “Donald Trump y su pájaro rabioso”.

Allí detalla cómo el magnate utilizó la red social para ganar adeptos y resultar electo. “Trump cabalgó su campaña a lomos de su cuenta personal, un caballo de Atila con 25 millones de seguidores determinante para crear la masa de adeptos y el torbellino mediático que lo impulsaron a la victoria. Y tras tomar las riendas del poder ha decidido que para amarrarlo bien debe seguir galopando”, decía el artículo.
Más allá de este ejemplo, es claro que las redes sociales y este tipo de nuevas herramientas se metió de lleno en la política. También podríamos mencionar que los empleos están sufriendo transformaciones a la par. Hoy en día cualquier trabajo administrativo se hace con una computadora. También aquí tenemos que tener en cuenta la tecnologización que se produce en los trabajos ya desde la década del 70. Cada vez hay más maquinas haciendo el trabajo que hacían antes los hombres y mujeres”
Gerardo Andreucci, Director de TecnoVoz
“Sin duda, el mundo se ha digitalizado de forma tal que ya existen 2 mundos: uno virtual y otro real. Con una diferencia: no tenemos que olvidar porque hay mucha tendencia a la digitalización excesiva (y a mí los excesos no me gustan) y los seres humanos somos analógicos. El mundo digital es un mundo virtual, un mundo que está en el éter. Nada material se hace con ceros y unos”.
¿Y cómo siendo analógicos podemos vivir en un mundo virtual? “Porque en el mundo digital tenemos una identidad digital, que es mutable, inconstante, etérea y no humana. El mundo digital como tal no nos permite únicamente la observación, y es allí donde está la transformación, habrá que ver cómo se llegará a que exista una conectividad analógica digital dentro de lo humano. Por eso aquellos que quieran participar del mundo digital tienen que construir primeramente una imagen digital. Este mundo digital hay que transitarlo con cuidado, digo, no perder la perspectiva. Un ejemplo sería el de los implantes digitales, que en algunos lugares ya tienen un desarrollo avanzado. Se le implanta un chip a la persona y en lugar de entrar a Google a través de una pc, ingresa a través del sí mismo”.
Cuesta imaginar cómo sería una vida así, ¿no es cierto? En especial qué consecuencias tendría en nuestras vidas. Pero si de chips hablamos, un capítulo de la serie inglesa “Black Mirror”, titulada “Toda tu historia”, cuenta una historia en la que muestra las consecuencias del uso de chips, ciertamente estremecedoras. Un chip almacena toda la memoria de una persona, toda su historia, como se titula el capítulo. Mediante un comando se puede avanzar y retroceder visualizando las escenas vividas de manera holográfica una y otra vez, Pero ¿qué pasa si no se tiene el chip? ¿Qué tan bueno es evocar la propia vida de ese modo? Lo pueden ver en la escena final del video a continuación.
Gustavo Michalski, Físico teórico becado del Conicet
Michalski, Dr. en física del Conicet, entiende el término “transformación digital” de un modo más pragmático, vinculándolo con las posibilidades que le brinda a su actividad.
“Definitivamente. Desde hace ya por lo menos dos décadas que el mundo está girando hacia una digitalización en distintas áreas, como la comunicación, el almacenamiento de información, y el entretenimiento, entre otras. En mi área en particular, ya hace más de una década que en la ciencia la nacional tomó un rol central. Hoy en día no existe un científico que no utilice internet, o que no viaje con una laptop un Smartphone a un congreso. También se analizan los datos de un experimento con una pc utilizando un programa de análisis de datos, se descargan papers y libros del área que se está interesado, etc. Por dar un ejemplo cotidiano, hoy en día un investigador puede acceder a (prácticamente) cualquier publicación científica hecha por cualquier colega del mundo en cuestión de segundos, muchas veces de forma gratuita, mientras que tiempo atrás era necesario esperar al correo que trajera los últimos números de las revistas de ciencia (que en nuestro país venía de la mano de un retraso de la información, pues estas revistas se editan principalmente en EEUU y Europa)”.
Enrique Román, Consultor de Kenwin en Latinoamérica
“Estamos frente a una transformación digital, que comenzó a fines de los ´90 y se aceleró en los últimos cinco años por la expansión de los dispositivos móviles, teléfonos, tabletas y las redes inalámbricas (WIFI y 4G). Esto permitió pasar de relaciones analógicas basadas en cercanías físicas o con soporte humano a relaciones digitales donde no siempre es necesaria la asistencia humana. Estos cambios, como pasa siempre, trajeron nuevas oportunidades al permitir recolectar más información, lo que hoy conocemos como Big Data y Deep Data que retroalimentaron esta transformación llevándola a nuevos cambios que refuerzan esta transformación”.
Nicolás Podrojsky, Director comercial de Yoizen
Fundador de una compañía dedicada al desarrollo de plataformas para gestionar canales digitales, Podrojsky nos decía. “Sí, sin duda la estamos transitando. Sin ir más lejos, hace 10 años no existían las redes sociales y hoy son herramientas que usamos cotidianamente. El otro día justamente leía una nota que mostraba el impacto de las nuevas tecnologías. Creo que es una transformación porque si bien mucha gente usa la tecnología, las nuevas generaciones son completamente digitales.
Quiero decir, veo como mis sobrinos de 10 años interactúan con sus amigos a través del celular, por eso para mí estamos en una transición. Porque todavía leemos libros de papel, pero quizás los jóvenes de 15 años no creo que en 10 años lean libros de papel. ¿Tiene algo positivo todo este cambio? “Sí, también tiene cosas buenas, como por ejemplo la democratización del contenido, hoy es mucho más fácil acceder a información para muchas personas que antes no podían. Y eso es muy positivo, también nos acerca a familiares que viven en otros países”, aseguró.
“Saber todo sobre todos todo el tiempo también es cansador, dejé el Facebook porque me di cuenta que estaba perdiendo tiempo de mi vida viendo cosas que no me interesaban”, confesó Podrojsky.
“Lo real y lo virtual, para mí son mundos diferentes. Para mí lo real es esta conversación que estamos teniendo ahora, si hablamos por WA seguimos siendo nosotros, pero es mucho más impersonal”, cerró.
Hasta aquí, todos los entrevistados coincidieron que estamos atravesando una transformación dada por las nuevas tecnologías. También, que ésta tiene incidencia en todos los planos de nuestra vida, inclusive en la forma de hacer política y por ende de diálogo con la ciudadanía. Como siempre, una delgada línea bifurca los caminos de lo que podría conformar un contexto provechoso para el bien común o sólo para algunos. Y esto depende únicamente de decisiones humanas. La tecnología por el momento no decide por si sola.