¿De qué hablamos cuándo hablamos de employee experience?

¿De qué hablamos cuándo hablamos de employee experience?

El pasado 7 de abril, se celebró el Día Mundial de la Salud, decretado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) en 1948.   En el marco empresarial, la salud, más precisamente la salud mental comenzó a visibilizarse desde la pandemia.

Hasta ese momento, todavía en muchas empresas no se tenía en consideración la importancia del clima de trabajo y al rol de los líderes en employee experience.

Lo cierto, es que el clima laboral importa y mucho ya que tiene una gran incidencia en el bienestar de los trabajadores. Y de esto hablamos cuando hablamos de Employee Experience: del bienestar, que además cuida la salud mental de los colaboradores.

Por otra parte, sabemos que la employee experience o experiencia de los trabajadores, guarda relación directa con la experiencia de los clientes. Como también con la rotación, el ausentismo que impactan en la sostenibilidad y en los costos.  En otras palabras, el no contar con planes de desarrollo y bienestar tiene un costo altísimo para las empresas.

Así como existe un journey map para los clientes, en el caso de los trabajadores, debería elaborarse un “mapa del bienestar”, un documento que nos permita visualizar los diferentes factores que construyen el bienestar de las personas en el marco laboral y si estos se cumplen.

Estas son algunas de las preguntas que deberíamos incluir en el “Mapa de Bienestar” de la compañía:

¿Tienen en claro qué se espera de ellos?

¿Reciben feedback positivo?

¿Cuentan con un espacio para compartir experiencias de su trabajo?

¿Se sienten involucrados y parte del proyecto de la compañía?

¿Se les otorga potestad de autogestión?

¿Reciben reconocimiento por sus logros?

Así como las compañías son responsables por la experiencia de sus clientes, también lo son con respecto a la experiencia de sus empleados. El punto de partida, para pensar en employee experience, primero es entender su importancia,  mirar hacia los colaboradores, para luego poder diseñar programas de desarrollo y bienestar basados en la cultura y los valores compartidos.