La inteligencia artificial no tiene inteligencia emocional

La inteligencia artificial no tiene inteligencia emocional

¿Ustedes opinan que como dicen las consultoras en 2030 el 40% de los empleos estarán en manos de robots desarrollados con inteligencia artificial? Están en un error, esto también se pensaba en la revolución industrial.

¿No piensan que una “robotización del mundo”, si así puede ser llamada amerita una regulación por parte de los estados? Es decir, sería improbable que pudiera darse tan prontamente como se está divulgando.

En la primera revolución industrial, se creía que la mayoría de los puestos serían reemplazados por máquinas automáticas. Y esto no ocurrió, si hubo un profundo cambio en la economía y una redistribución de la población, las personas continuaron su trabajo. 

Muchas de ellas manejaron esas máquinas. Por eso insistimos, ¿no les parece que se trata de un temor más que de un hecho probable? ¿De ser así, no será que este tipo de afirmaciones más que robotización es miedo al cambio?

Un miedo que, por otra parte, es absolutamente humano y que como todo lo humano está sesgado por nuestras creencias.

Como, por ejemplo, que hacer las cosas de determinada manera está bien y que para qué cambiar, si así se hacen ¿Por qué no pensar en lugar de esto, que sí se pueden mejorar? ¿Por qué no buscar nuevas maneras de aportar valor, de ser más creativos?

Después de todo, la inteligencia artificial ha sido creada por humanos, y como toda herramienta tecnológica debe servir para potenciarnos, para hacernos mejores o para que podamos hacer tareas más interesantes.  Para que podamos mejorar la experiencia que le damos a nuestros clientes y a empleados.

Por otra parte, como ya lo hemos señalado anteriormente, la inteligencia artificial no tiene inteligencia emocional, como por ejemplo empatía, y las personas la necesitamos porque es fundamental tanto en la construcción de los vínculos como para la vida misma.