La gestión exitosa de un directivo está envuelta en un halo de misterio de la cual se quiere conocer el secreto para replicar la fórmula. Una encuesta del Harvard Business Review podría dar pistas sobre esta incógnita: la misma explora en qué invierten el tiempo los CEOs, intentando concluir por qué algunos tienen éxito en su gestión y otros no.
Para el estudio centrado en qué actividades realizan durante el día HBR entrevistó a 1000 CEOs de compañías globales de seis países.
Los datos empleados incluyen todas las actividades que realiza un CEO durante una semana, incluyendo eventos planificados y las personas involucradas. Para el estudio se utilizó un algoritmo, al que se le preguntó cómo explicaría el comportamiento del CEO, dividiéndolos en dos tipos: "gerentes" y "líderes".
El primer tipo de comportamiento, incluido en el grupo gestores, incluye más visitas a las sucursales, sites e interacciones con empleados en la gestión de la cadena de suministro, así como reuniones con clientes y proveedores. El segundo tipo, los líderes, incluye más interacciones con las personas del equipo y reuniones Internas y externas.
Los investigadores señalan que los datos no pretenden clasificar a los directores ejecutivos estrictamente en una u otra categoría. Por ello, se utiliza un índice que clasifica a cada CEO como una mezcla de ambos tipos, con un predominio de alguno de los dos factores.
¿Qué hacen los CEOs durante todo el día?
De acuerdo con el estudio alrededor de una cuarta parte de los días de CEO pasa la mayor parte del tiempo en soledad, esto incluye el envío de correos electrónicos. Otro 10% dispensa tiempo en asuntos personales y el 8% en viajes. El 56% restante pasa tiempo con al menos otra persona, en su mayoría ocurre en reuniones planificadas con anticipación. Alrededor de un tercio de las veces que los CEOs pasan con otros CEOs. Esta información incluye el día laboral completo de un CEO, no solo el tiempo que pasa en la oficina.
¿Los CEOs líderes trabajan para mejores compañías?
Analizando datos de antes y después para las firmas en las que se nombró a un nuevo CEO, se descubrió que la designación de un CEO líder fue seguida por una mayor productividad. Los resultados se vieron a mediano plazo, lo que sugiere que los líderes están haciendo el trabajo duro de las compañías.
El estudio concluye que los CEOs más exitosos se centran en tareas de liderazgo de alto nivel, como convocar a jefes y gerentes y compartir la estrategia y la visión de la compañía. Los líderes que establecen la visión convocan funciones clave y se comunican de manera efectiva pueden, en general, tener un impacto significativo en el desempeño de la empresa, cuando el entorno requiere estas habilidades. Pero igual de importante es comprender y encontrar el ajuste correcto entre el estilo de liderazgo del CEO y lo que realmente necesita la compañía.
Es una visión interesante la de este estudio ya que nos muestra una mirada menos idealizada sobre el CEO y también sobre su rol. No hace falta derrochar carisma, como se suele pensar. Ni tener una frialdad numérica absoluta para ser un CEO exitoso.
Este enfoque, más realista nos muestra que la comunicación es una habilidad central en un CEO, aunque sea de predominio líder o gerente. Pero también vemos como habilidad fundamental conocer cómo manejar la distancia: en qué momento tener proximidad y en cuál no tanta, con respecto a las personas y al negocio. De otra manera, el CEO pierde la perspectiva necesaria para leer lo que sucede tanto en la compañía como en el mercado, especialmente en escenarios tan cambiantes como los actuales.