Capital Humano: ¿Por qué sin cultura no hay equipo?

Capital Humano: ¿Por qué sin cultura no hay equipo?

¿Qué es la cultura organizacional? Partimos de la definición de cultura propuesta por Edgar Schein, alma mater de la Universidad de Harvard, como el conjunto de valores, creencias, necesidades, expectativas, políticas y normas aceptadas por los individuos.

Podríamos sintetizarla como la manera en la cual se hacen las cosas en una empresa. Considerando que esta forma de hacer las cosas abarca desde el modo en la cual la empresa se vincula con sus clientes hasta cómo se relaciona con sus colaboradores. Schein la describe en 3 niveles:

Artefactos: estructuras y procesos administrativos tangibles.

Creencias y valores: principios sociales, filosofías y metas de valor intrínseco. Ayudan a predecir la conducta observada en el nivel artefacto.

Valores subyacentes o supuestos: son representaciones de las creencias, pensamientos, sentimientos que se tienen acerca de la conducta de la organización. Es en este nivel donde podemos comprender, según Schein, con mayor profundidad la cultura. El poder de la cultura en la organización viene del hecho de que los supuestos fundamentales son compartidos y por ello, mutuamente reforzados. Esta teoría es de mediados de los 80, momento en el cual las empresas no tenían desafío actual: gestionar la diversidad cultural. De manera tal que hoy, además de compartir valores es necesario que incluyan las individualidades de cada integrante.

Lo que ocurre en la práctica es que usualmente las compañías están más enfocadas a hacer cambios en los artefactos (estructuras y procesos) que en los supuestos y creencias o en los valores que es donde se sustenta la cultura. Por eso estos cambios no resultan eficaces, se ponen “parches exprés” que no van al hueso de la cultura. Y sin atravesar los supuestos y los valores no hay cambio posible.

Los corredores Tarahumaras de México, nos muestran cómo se vivencian y cómo se ratifican los valores compartidos que conforman su cultura, mediante un juego llamado: Las carreras de bolas. La práctica consiste en patear una pelota hecha de raíces y correr detrás hasta alcanzarla. Algunas veces el juego se extiende hasta los 200 km de distancia, pudiendo durar hasta 2 días. Suena extenuante, pero allí está toda la comunidad presente para ayudar a los competidores, ¿Por qué? Porque las carreras representan la razón de ser de su existencia: el correr. Por ello podemos decir que hay equipo, porque existe una cultura común y por ende valores que la sostienen.

Si disponen de 2 minutos, realmente vale la pena que conozcan de qué se trata el juego de los corredores Tarahumaras en el video compartido

No parece fácil crear cultura, se necesita tiempo y un trabajo de inmersión en las profundidades de la empresa, pero sin ésta, parafraseando a Peter Drucker, una compañía está destinada a que su estrategia sea comida por la cultura en el desayuno (frase original: culture eats strategy for breakfast).

Por eso, si bien la rentabilidad es importante (nadie discute que la finalidad de las empresas es ganar dinero), el inicio es la cultura.

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Capital Humano: ¿Por qué sin cultura no hay equipo?

¿Qué es la cultura organizacional? Partimos de la definición de cultura propuesta por Edgar Schein, alma mater de la Universidad de Harvard, como el conjunto de valores, creencias, necesidades, expectativas, políticas y normas aceptadas por los individuos.

Podríamos sintetizarla como la manera en la cual se hacen las cosas en una empresa. Considerando que esta forma de hacer las cosas abarca desde el modo en la cual la empresa se vincula con sus clientes hasta cómo se relaciona con sus colaboradores. Schein la describe en 3 niveles:

Artefactos: estructuras y procesos administrativos tangibles.

Creencias y valores: principios sociales, filosofías y metas de valor intrínseco. Ayudan a predecir la conducta observada en el nivel artefacto.

Valores subyacentes o supuestos: son representaciones de las creencias, pensamientos, sentimientos que se tienen acerca de la conducta de la organización. Es en este nivel donde podemos comprender, según Schein, con mayor profundidad la cultura. El poder de la cultura en la organización viene del hecho de que los supuestos fundamentales son compartidos y por ello, mutuamente reforzados. Esta teoría es de mediados de los 80, momento en el cual las empresas no tenían desafío actual: gestionar la diversidad cultural. De manera tal que hoy, además de compartir valores es necesario que incluyan las individualidades de cada integrante.

Lo que ocurre en la práctica es que usualmente las compañías están más enfocadas a hacer cambios en los artefactos (estructuras y procesos) que en los supuestos y creencias o en los valores que es donde se sustenta la cultura. Por eso estos cambios no resultan eficaces, se ponen “parches exprés” que no van al hueso de la cultura. Y sin atravesar los supuestos y los valores no hay cambio posible.

Los corredores Tarahumaras de México, nos muestran cómo se vivencian y cómo se ratifican los valores compartidos que conforman su cultura, mediante un juego llamado: Las carreras de bolas. La práctica consiste en patear una pelota hecha de raíces y correr detrás hasta alcanzarla. Algunas veces el juego se extiende hasta los 200 km de distancia, pudiendo durar hasta 2 días. Suena extenuante, pero allí está toda la comunidad presente para ayudar a los competidores, ¿Por qué? Porque las carreras representan la razón de ser de su existencia: el correr. Por ello podemos decir que hay equipo, porque existe una cultura común y por ende valores que la sostienen.

Si disponen de 2 minutos, realmente vale la pena que conozcan de qué se trata el juego de los corredores Tarahumaras en el video compartido

No parece fácil crear cultura, se necesita tiempo y un trabajo de inmersión en las profundidades de la empresa, pero sin ésta, parafraseando a Peter Drucker, una compañía está destinada a que su estrategia sea comida por la cultura en el desayuno (frase original: culture eats strategy for breakfast).

Por eso, si bien la rentabilidad es importante (nadie discute que la finalidad de las empresas es ganar dinero), el inicio es la cultura.