Hace algunas semanas atrás, las denuncias acerca del uso de datos de Facebook por parte de Cambridge Analytica, puso en jaque un sistema que se creía seguro. Al menos, no muchos esperaban que el coloso de las redes sociales pusiera en manos de terceros información personal y sensible de sus usuarios.
Días más tarde cuando Marck Zuckerberg, líder de Facebook, se presentó en el Congreso a declarar, mostró su incomodidad frente a la pregunta si quería compartir con los presentes en que hotel se hospedaba o con quiénes había hablado durante esa semana.
De alguna manera, como todas las cosas que nos sorprenden, también nos abren las puertas para reflexionar. Aquí, lo que queda expuesto es pensar ¿Cómo tratamos los datos de nuestros clientes? ¿Cómo impacta en la experiencia del cliente?
Consultamos sobre el tema a Roberta Meyer Pellegrini, gerente comercial de Exactor: “Mas allá de la seriedad profesional que nos caracteriza, en este tema debemos actuar con ética y responsabilidad. Cuando contactamos a un cliente él se abre con nosotros comparte sus datos, gustos y sentimientos. Ellos son nuestra razón de ser por lo tanto si los descuidamos o faltamos a nuestros principios estamos directamente atentando contra nuestro propio negocio dado que perderíamos la credibilidad como compañía”.
Somos conscientes de que no existe un sistema cien por ciento seguro, pero el eje de nuestro debate no es la vulnerabilidad de la tecnología sino lo que las empresas hacen con ella, o las personas que las conducen.
Roberta, opinó “debemos asegurarnos de que nuestros empleados compartan este valor y lo apliquen diariamente en sus tareas”
¿Qué medidas pueden tomar los clientes para asegurarse de que su proveedor está haciendo un uso responsable de su base de datos?
“Hay distintas maneras de monitorear el uso correcto de las BBDD, uno es poner casos testigos (empleados de la compañía, familiares, amigos etc.) para verificar que tipo de ofertas reciben. Pero lo más importante es contratar empresas serias con trayectoria y valores”, cerró la gerente comercial de Exactor.
En suma, podemos tomar medidas para proteger los datos de posibles ataques externos, y es tan importante como necesario, pero el corazón es la ética empresarial, que resguarda no sólo los datos, sino principalmente el vínculo con los clientes.