Andrés Hohendahl: Zoom en la Inteligencia artificial, más humana de lo que pensamos

Andrés Hohendahl: Zoom en la Inteligencia artificial, más humana de lo que pensamos

Andrés Hohendahl es ingeniero en electrónica y desde hace 15 años se encuentra investigando y desarrollando proyectos de Inteligencia Artificial (IA) cognitiva. También se desempeña en el ámbito académico, co-fundó una agrupación llamado IAAR, que trata de echar luz sobre el tema, y podríamos seguir enunciando sus credenciales, que por cierto son muchas.

Se define a sí mismo como “emprendedor serial e ideólogo de tecnologías disruptivas”. Tuvimos oportunidad de dialogar con él, antes de comenzar la nota citó la frase de Arthur Clarke: “toda tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible la magia”.  De alguna manera anticipó el diálogo que mantuvimos sobre la mística detrás de la inteligencia artificial, su definición, alcances y su presencia en nuestras vidas en muchas ocasiones sin que lo sepamos.

¿Qué es la inteligencia artificial?

Andrés Hohendahl: Si bien la definición de inteligencia humana tiene muchas acepciones, la de la inteligencia artificial (IA), está un poco vapuleada por los libros de ciencia ficción. Desde mi punto de vista, IA se define como toda aquella técnica creada por el hombre, que resuelve situaciones de manera similar a un ser al cual se considera inteligente.

¿Qué problemas se resuelven actualmente la inteligencia artificial?

Andrés Hohendahl: Despejar una ecuación matemática es una cuestión procedimental que lleva a un resultado. Hay otros procesos que, debido fenómenos de múltiples combinaciones, son de difícil solución. Un ejemplo es el del viajante de comercio, donde se plantea cómo recorrer todas las ciudades al menos una vez, minimizando el gasto de transporte. Este problema que en apariencia parece fácil, es de resolución combinatoria y se torna muy complejo cuando supera la docena.

Ahí sale al rescate la IA, mediante un conjunto de mecanismos que tratan de encontrar reglas para hallar un resultado viable en tiempos razonables. Se podría decir que inteligencia artificial sería como toda técnica y/o heurística creada por el hombre, a la que llamaremos algoritmo, orientado a resolver problemas complejos, del mejor modo, en tiempos viables. Algunos de esos métodos pueden aprender de los mismos datos.

¿Qué significa que estas máquinas aprenden?

Andrés Hohendahl: Los mecanismos o algoritmos llamados "machine learning" o "aprendizaje de máquina automático" son técnicas en dónde la maquina aprende, a clasificar cosas a partir datos de entrenamiento y luego puede, clasificar datos que nunca vio, generalizando de manera similar a la de un ser vivo. Lo más visible y cotidiano para nosotros es que una cámara fotográfica detecte un rostro. ¿Qué tiene de especial una cara que no tiene una zapatilla u otro objeto? Tiene distintos elementos como pupilas y otros que para nosotros son sencillos de identificar, porque estamos diseñados reconocerlos. Los algoritmos con los cuales lograron esta funcionalidad en las cámaras imitan procesos cognitivos y logran identificar caras con una sorprendente precisión; al punto que contrastan y hasta mejoran lo que las personas tienen capacidad de discernir. Otro ejemplo más duro lo encontramos en la biometría, donde hay mecanismos que nosotros no poseemos como el de reconocer a las personas por sus huellas dactilares.

¿En qué proyecto se encuentra trabajando actualmente?

Andrés Hohendahl: Desde hace más de 15 años estoy perfeccionando un complejo sistema de inteligencia artificial para poder crear agentes de diálogo inteligentes, que superen a los actuales, poniendo el foco en los problemas derivados de los idiomas inflexivos como el castellano. Una de las tareas más difíciles y cruciales es el reconocimiento todas las de las palabras, con sus conjugaciones y variaciones. Mi desarrollo apuntó a crear un sistema que luego pueda aprender de manera similar a un ser humano: leyendo.

Hoy, nativamente puede procesar y entender texto escrito casi como un humano, pero miles de veces más rápido; siendo capaz de corregir errores ortográficos sobre un número casi ilimitado de palabras, hasta de aquellas que jamás vio (neologismos); estimando previamente el idioma según la cadencia de las letras sin tener que buscar en cientos de diccionarios a ciegas. Esto sin dudas permitiría construir un Siri o un Alexa argento y hasta medio "tanguero".

Junto con admiración también existe cierto temor social hacia la inteligencia artificial ¿Le parece fundado?

Andrés Hohendahl: Existen dos posturas de la humanidad frente al progreso. Primero la persona que no quiere hacer esfuerzo por aprender y cuando ve que otro está aprendiendo teme perder su monopolio, esa es la mala. La segunda y buena es la esperanzada en la mejora, y si bien en este momento las máquinas están aprendiendo a hacer cosas, no dejan de ser creaciones humanas para usos humanos. Por otra parte, las máquinas no se cansan, no faltan…

A lo largo de la historia, siempre se han creado herramientas, y ellas nunca dejaron sin trabajo a nadie, sino que cambiaron la forma de trabajo.

Todas las épocas de la humanidad fueron superadoras. Cuando se inventó el auto, los choferes de las carretas reconvirtieron sus capacidades y terminaron trabajando como maestros de conductores, taxistas, mecánicos, etc. Se tuvieron que reinventar a si mismos y con la IA, existirá más presión cognitiva, la cual hará que las personas deban usar más el cerebro y menos la fuerza. Creo que la IA va a hacer desaparecer determinados trabajos repetitivos y aburridos, y eso va a ser bueno para la gente. Porque esos son trabajos que no requieren creatividad, y del mismo modo surgirán necesidades para nuevos trabajos, que sin duda mejorarán la calidad de vida de todos.

¿Qué opina de la automatización y los asistentes virtuales?

Andrés Hohendahl: Los asistentes virtuales se vienen y no hay forma de pararlos. Mejoran la vida de las personas. Y es como si alguien que antes estaba embalando cosas, luego esté programando un robot para que lo haga. El trabajador se siente mucho más valioso y puede ocuparse de optimizar los procesos en lugar de estar haciendo una tarea repetitiva como Chaplin en “Tiempos Modernos”. Lo que sí creo es que, como humanidad, nos debemos un debate sobre la ética en la utilización de inteligencia artificial para actuar más  allí donde existen falencias de los sistemas cognitivos humanos y mejorarlos. De hecho, las redes sociales explotan actualmente eso.

¿Qué le gustaría que aporte su trabajo?

Andrés Hohendahl: Me interesa que mi trabajo trascienda y que ayude a mucha gente, ser mínimamente reconocido por eso y aportar un granito de arena en la construcción de la gran pirámide de conocimiento, y empuje la evolución humana al próximo nivel.

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